Hace un par de años estuvimos en la Expo cenando en el Yashima, un restaurante japonés del grupo Yamashita. Este grupo se dedica a la alta cocina japonesa y tiene su máxima representación en Barcelona, con 5 restaurantes abiertos (que yo conozca):
- Yashima (Av. Josep Tarradellas, 145 08029 Barcelona93 419 06 07)
- Yamadori (c/Aribau, 68. 08011 Barcelona 93 451 36 55)
- Yû (c/València, 204 Barcelona 93 451 94 46)
- Teppan (El Teppan'yaki situado junto al Casino del Puerto Olímpico).
- Nagomi (c/ Muntaner, 231. Barcelona 93 241 95 46).
Además, el grupo Yamashita abrió hace ya siete años una línea de negocio dedicada al catering, bajo el nombre de Kate-Shima dirigida a empresas, casas particulares y salones profesionales. Con más de 30 años en el mundo de la restauración, su presidente Yoshizumi Yamashita explicó en una ocasión que su máxima preocupación es "se ofrezca un comida japonesa elaborada correctamente", algo que no siempre ocurre, según el empresario.
Pues bien, en el Yashima del recinto de la expo de Zaragoza, tuve la ocasión de comprobar una vez más de que efectivamente la cocina de este grupo es de alta calidad.
Hubo un par de platos que mi profesor de japonés me había recomendado, ya que según él, jamás había probado un Toro tan bien preparado (joer, y eso que él estuvo viviendo un año en Kyoto).
Increíble, se deshacía en la boca. Lo que más me llamó la atención fueron las huevas verdes que llevaba. No sé de que eran pero estaban bañadas en washabi y me gustaron un montón, lo que es curioso porque no me mola nada.
Lo único malo de este plato es que se comía en dos bocados.
Este lo escogí especialmente para mi novio, que siempre pide pato vaya donde vaya.
De hecho fue el que más le gustó a él, pero a mi me resultaba un poquito extraño comer esta carne fria. Estaba muy bueno también, pero la verdad es que después del toro...
El sukiyaki (plato nacional), es uno de los platos japoneses más conocidos y sin duda el más familiar. Consiste unos finos filetes de carne, que se cocinan en una olla de agua y salsa de soja hirviendo con vegetales y tofu . Una vez que la carne está hecha (en pocos segundos), ésta se unta en huevo cruto batido.
La carne ideal para realizarla es la de buey de Kobe, la mejor y más cara del mundo. Para alcanzar el grado de calidad máximo se frotan los bueyes de Kobe con alcohol (ginebra japonesa) diariamente, con lo que se mezcla entre los músculos perfectamente. Además, los animales beben cerveza durante todo el año anterior a su matanza. En su defecto (como fue el caso), este plato se puede hacer con carne de vaca.
Como curiosidad comentar, que en el pasado en Japón este plato era oficiado en la clandestinidad por los agricultores, ya que estaba prohibido por motivos religiosos.
Buf, no fue buena elección. La verdad es que el sabor me recordaba a las sopas de pescado de mi abuela. De hecho, este plato consiste en gohan (arroz blanco cocido) con una especie de sopa de mariscos.
Quitando este último plato, la cena estuvo realmente exquisita, ahora bien, el precio iba en consonancia con la calidad de la comida. Nos costó 95€ la cena de 2 personas pero claro, no nos dedicamos a comer sólo fideos y arroz (lo que no significa que no sean deliciosos, xD).
Lo más divertido de la noche fue verme a mi "comunicándome" en japonés con la dueña a la menor oportunidad que tenía.